Sobre mí, Vanesa Rogero

El yoga cambió mi vida y espero que también cambie la tuya.

Hola, Namaste

Mi nombre es Vanesa y estoy aquí para guiarte en tu viaje hacia un bienestar integral a través del yoga

Mi Trayectoria y Formación en Yoga

El yoga ha sido una parte integral de mi vida. Comencé mi viaje en esta práctica en busca de equilibrio y bienestar, y lo que inicialmente fue una afición, pronto se convirtió en mi vocación. Me formé en Hatha y Vinyasa Yoga, completando 200 horas de formación que me permitieron profundizar en estas disciplinas y comprender sus beneficios a nivel físico y mental.

Posteriormente, realicé una formación de 300 horas en Katmandú, especializándome en Yin Yoga, Yoga Restaurativo, Vinyasa y Hatha, lo que me ha permitido enriquecer aún más mi enseñanza y adaptar las sesiones a las necesidades individuales de cada alumno.

 

Además, he realizado una formación complementaria de 50 horas en anatomía del yoga, lo que me permite adaptar y personalizar las sesiones para abordar dolencias específicas y mejorar la calidad de vida de mis alumnos. Mi enfoque es siempre conectar la mente, el cuerpo y la respiración en cada ejercicio, teniendo en cuenta tanto el bienestar físico como el emocional de cada persona.

Mi Experiencia Profesional

He trabajado con diversas personas, ayudándolas a superar limitaciones físicas y mentales a través de la práctica del yoga. La combinación de Hatha y Vinyasa me permite ofrecer una práctica equilibrada que fortalece y flexibiliza el cuerpo, mientras que la comprensión de la anatomía me ayuda a identificar y tratar de manera específica diferentes dolencias y necesidades individuales.

Mi Filosofía​

El yoga transformó mi vida de una manera que nunca imaginé. Lo que comenzó como una búsqueda personal de bienestar y equilibrio se convirtió en un camino de autoconocimiento, sanación y conexión profunda con mi cuerpo, mi mente y mi esencia. A través de la práctica, descubrí que el yoga no es solo una serie de posturas o técnicas de respiración, sino una filosofía de vida que nos invita a estar presentes, a abrazar cada momento con consciencia y a vivir con más amor y gratitud.

Mi pasión por esta disciplina nace del deseo de compartir sus innumerables beneficios con el mayor número de personas posible. Creo que el yoga tiene el poder de transformar no solo nuestra relación con nosotros mismos, sino también con el mundo que nos rodea. Nos enseña a vivir con más armonía, a cultivar la paciencia, la compasión y la resiliencia, y a encontrar paz incluso en medio del caos.

Cada práctica es una oportunidad para escucharnos, para soltar lo que ya no nos sirve y para expandirnos hacia nuestra mejor versión. Mi misión es guiar a otros en este camino, brindando un espacio seguro y amoroso donde puedan explorar su potencial, liberar tensiones y conectar con su verdadero ser.

El yoga es mi forma de estar en el mundo

La transformación que el yoga ha traído a mi vida es profunda y continua. Me ha brindado herramientas valiosas para vivir con más conciencia, compasión y equilibrio. Cada día, me esfuerzo por aplicar las enseñanzas del yoga, no solo en mi práctica física, sino en cada aspecto de mi vida. Estoy agradecida por este camino y emocionada de compartirlo con otros, esperando que puedan encontrar la misma paz y realización que yo he encontrado.

Instructora de yoga

Aprendí a Respetarme a Mí Misma

El yoga me enseñó a escuchar mi cuerpo y a respetar sus límites. Antes, solía forzarme para cumplir con expectativas externas, pero a través de la práctica del yoga, comprendí la importancia de ser gentil y compasiva conmigo misma. Cada asana me recordó que no se trata de perfección, sino de presencia y respeto por mi propio proceso y evolución.

Amor por Mi Cuerpo y Cuidado Integral

La práctica regular del yoga me ayudó a desarrollar una conexión profunda con mi cuerpo. Aprendí a verlo como un templo que merece ser cuidado y honrado. Esta nueva perspectiva me llevó a adoptar una alimentación consciente, eligiendo alimentos que nutren y benefician mi bienestar físico y mental. Entendí que cuidar de mí misma va más allá del ejercicio; es un compromiso con la salud en todos los aspectos, desde lo que consumo hasta cómo cuido mi mente y espíritu.

Reducción del Nivel de Exigencia y Aumento de la Compasión

Solía ser muy exigente conmigo misma y con los demás, siempre buscando alcanzar altos estándares que a menudo resultaban inalcanzables. El yoga me enseñó la importancia de la aceptación y la auto-compasión. Aprendí a ser más amable y paciente, no solo conmigo misma, sino también con los demás. Esto ha transformado mi forma de interactuar, permitiéndome ver a cada persona con empatía y comprensión, sin juzgar ni exigir más de lo que cada uno puede dar en su momento.

Trato Igualitario y Respetuoso

Una de las mayores enseñanzas del yoga es la importancia de tratar a todos desde un lugar de igualdad y respeto. Esta práctica me enseñó a ver más allá de las diferencias y a valorar la unicidad de cada persona. Aprendí a interactuar con los demás de manera horizontal, entendiendo que cada individuo tiene su propia historia y desafíos, y merece ser tratado con la misma dignidad y respeto que yo desearía para mí misma.

Comprender la Complejidad del Mundo

El yoga me ayudó a ver que la vida no es una cuestión de blanco o negro, sino que está llena de matices y opciones. Aprendí a aceptar que las situaciones y las personas son complejas y que no siempre hay una única solución o una verdad absoluta. Esta perspectiva me ha permitido enfrentar los desafíos con una mente abierta y flexible, buscando siempre el equilibrio y la armonía en medio de la diversidad de opciones y perspectivas que la vida ofrece.

¿Por qué "Ganesha Yoga"?

Ganesha es una de las deidades más queridas dentro del hinduismo. Se le reconoce fácilmente por su cabeza de elefante y su gran barriga, símbolo de sabiduría, abundancia y aceptación. Es el dios que elimina los obstáculos, abre caminos y nos guía en los nuevos comienzos. También es considerado el protector de los viajeros y de quienes inician nuevas etapas en su vida.

Pero para mí, Ganesha es mucho más que una figura mitológica.

Cuando falleció mi padre, sentí la necesidad de hacer algo simbólico y profundo para honrar su memoria. Como instructora de buceo, decidí llevar una pequeña escultura al mar. En la tienda había varias, pero sin saber muy bien por qué, sentí una conexión inmediata con la imagen de Ganesha. No conocía aún su historia ni su significado, pero algo en él me llamó.

Con el tiempo, entendí que no fue casualidad.

El primer mantra que canté —y que aún canto muy a menudo, incluso en mis clases— fue uno dedicado a Ganesha. Ese mantra me ha acompañado en muchos momentos, ayudándome a soltar, a confiar, a avanzar cuando las cosas parecían difíciles. Ganesha ha sido un guía silencioso en mi camino, ayudándome a transformar el dolor en amor, y los obstáculos en oportunidades de crecimiento.

Por eso, Ganesha Yoga no es solo un nombre. Es un símbolo de transformación, de nuevos comienzos y de fe en la vida, incluso cuando todo parece incierto.