¿Qué es el Yoga?

Patanjali definió el yoga hace más de dos mil años y cómo esa visión espiritual y transformadora ha evolucionado hasta lo que hoy entendemos como yoga en Occidente. Dos mundos unidos por una práctica milenaria.

¿Qué es el yoga? El yoga tiene muchas formas, pero una sola esencia: volver al centro, calmar la mente y despertar el alma. Patanjali lo describió como el arte de silenciar los movimientos mentales para conectar con lo eterno en nosotras. En cambio, lo que ha llegado a Occidente se enfoca muchas veces en el cuerpo, el rendimiento o la estética. Ambas visiones pueden convivir si recordamos que el verdadero yoga no está solo en la forma, sino en la intención con la que respiramos, nos movemos y vivimos..

El Yoga según los Yoga Sutras de Patanjali

Patanjali fue un sabio indio que, alrededor del siglo II a.C., recopiló en los Yoga Sutras la filosofía del yoga en 195 aforismos breves y profundos. En ellos, define el yoga con una frase tan simple como poderosa:

«Yoga chitta vritti nirodhah»
El yoga es la detención de las fluctuaciones de la mente.

Esta definición nos muestra que el objetivo del yoga no es físico, sino mental y espiritual: se trata de calmar la actividad constante del pensamiento para alcanzar un estado de conciencia pura. No se trata de hacer posturas, sino de cultivar la presencia, la concentración, la autodisciplina y el desapego.

Patanjali plantea el yoga como un camino de ocho pasos (el «ashtanga yoga»):

  1. Yamas (principios éticos: no violencia, verdad, desapego, moderación, no codiciar).

  2. Niyamas (disciplina personal: limpieza, contento, esfuerzo, autoestudio, entrega).

  3. Asana (postura estable y cómoda para meditar).

  4. Pranayama (regulación consciente del aliento).

  5. Pratyahara (retirada de los sentidos hacia el interior).

  6. Dharana (concentración).

  7. Dhyana (meditación).

  8. Samadhi (estado de unión profunda con el Ser).

Este camino no es lineal, sino una práctica constante que nos lleva a vivir de forma más presente, libre y en paz. El yoga, para Patanjali, es una vía de transformación interior.

El yoga, en su origen, no era una disciplina física ni una moda de bienestar, sino un camino de liberación espiritual. Patanjali lo definió como el cese de las fluctuaciones de la mente, y propuso un estilo de vida basado en la ética, la práctica interior, la meditación y la conexión con lo divino. Hoy en día, en Occidente, el yoga ha tomado formas más enfocadas en lo físico y lo terapéutico. Aunque en muchos casos se ha diluido su esencia, también es cierto que sigue siendo una puerta válida para volver al presente, al cuerpo y, con conciencia, a lo sagrado. El yoga auténtico no depende de una postura, sino de la intención con la que habitamos nuestra práctica y nuestra vida.

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Un camino hacia dentro

¿Qué es el yoga?

El yoga no es algo que se hace, es algo que se vive.
Es una forma de estar en el mundo, de mirar hacia dentro y de habitar cada momento con presencia y apertura. Va mucho más allá de una esterilla o de una secuencia de posturas. El yoga se manifiesta en cómo eliges responder a lo que te sucede, en la forma en que hablas, cómo respiras, cómo escuchas y cómo te relacionas contigo, con los demás y con todo lo que te rodea.

Practicar yoga es cultivar una mirada más amorosa hacia ti misma, aprender a pausar antes de reaccionar, a respirar antes de rendirte, a confiar incluso cuando no entiendes el camino.
Es recordarte que no estás rota, que no necesitas llegar a ningún lugar más que al presente, y que dentro de ti ya habita todo lo que estás buscando.

No importa si llegaste al yoga buscando bienestar físico, alivio emocional o respuestas más profundas. Sea cual sea tu puerta de entrada, si estás dispuesta a escuchar con el corazón abierto, este camino te invita, una y otra vez, a volver a ti, a reconocerte como parte de algo más grande, y a vivir con más calma, claridad y verdad.

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